Se planteo probar la fabricación digital en el campo de las prótesis estéticas, un campo que hasta hace poco dependía de mucho trabajo escultórico manual con gran experiencia y habilidad para poder tener resultados realistas y agradables.
Con esta técnica, se escaneo una oreja sana con fotogrametría y se hizo un espejo para que cazara en el otro oído del paciente.
Se diseñó e imprimió un molde en alta resolución que después se rellenó de silicona pigmentada.